Neumonía Adquirida en la Comunidad

La neu­monía adquiri­da en la comu­nidad (NAC) es la causa infec­ciosa más común de hos­pi­tal­iza­ciones y mor­tal­i­dad en adul­tos. La NAC ocurre cuan­do un patógeno (virus, bac­te­ria, hon­go) infec­ta al trac­to res­pi­ra­to­rio infe­ri­or, provo­can­do una respues­ta inflam­a­to­ria local en los pul­mones, lo que gen­era sín­tomas res­pi­ra­to­rios como tos y dis­nea, jun­to con sín­tomas sistémi­cos como la fiebre. Si no se tra­ta de man­era ade­cua­da y opor­tu­na puede con­ducir a com­pli­ca­ciones como sep­sis, sín­drome de difi­cul­tad res­pi­ra­to­ria agu­da (SDRA) y muerte.

Definición y epidemiología

La neu­monía adquiri­da en la comu­nidad (NAC) se define como neu­monía adquiri­da fuera del entorno hos­pi­ta­lario o en pacientes que no han esta­do hos­pi­tal­iza­dos en las 48 horas ante­ri­ores al diag­nós­ti­co. A par­tir de 2019, tam­bién se incluye a aque­l­los pacientes que pre­vi­a­mente se clasi­fi­ca­ban como “neu­monía aso­ci­a­da a la aten­ción médi­ca”, aque­l­los que adquirieron neu­monía después de una hos­pi­tal­ización reciente o mien­tras se encon­tra­ban en una insta­lación de cuida­do a largo pla­zo. No incluye pacientes que desar­rol­lan neu­monía den­tro del hos­pi­tal o aque­l­los bajo ven­ti­lación mecáni­ca.

Los adul­tos may­ores de 65 años y aque­l­los con enfer­medades pul­monares cróni­cas o inmuno­com­pro­meti­dos tienen un may­or ries­go de desar­rol­lar com­pli­ca­ciones graves como sep­sis o SDRA.

Diagnóstico

El diag­nós­ti­co de la NAC se basa en la pres­en­cia de al menos dos sig­nos o sín­tomas, como fiebre (>38°C o <36°C), alteración en los nive­les de leu­coc­i­to­sis (>10,000 O <4,000), tos de reciente apari­ción o exac­er­bación en pacientes neu­mopatas cróni­cos y dis­nea, en com­bi­nación con hal­laz­gos radi­ológi­cos con­sis­tentes (como opaci­dades en el espa­cio aéreo).

Solo el 38% de los pacientes hos­pi­tal­iza­dos con NAC tienen un patógeno iden­ti­fi­ca­do. Los virus son respon­s­ables de has­ta el 40% de los casos, sigue sien­do el Strep­to­coc­cus pneu­mo­ni­ae el patógeno bac­te­ri­ano más común, iden­ti­f­i­can­do en aprox­i­mada­mente el 15% de los casos.

Tratamiento

El tratamien­to de la NAC varía según la gravedad de la enfer­medad. Para los pacientes hos­pi­tal­iza­dos, la ter­apia empíri­ca con una com­bi­nación de un beta-lac­támi­co (como cef­tri­ax­ona) y un macróli­do (como azitro­mic­i­na) es el están­dar para tratar la NAC no sev­era. En los casos de neu­monía sev­era, se recomien­da el uso de flu­o­ro­quinolonas, aunque su uso está lim­i­ta­do por los efec­tos adver­sos, como el ries­go de infec­ciones por Clostrid­i­um dif­fi­cile.

Se sug­iere que en pacientes con NAC grave, la admin­is­tración de cor­ti­coes­teroides sistémi­cos den­tro de las primeras 24 horas puede reducir la mor­tal­i­dad a 28 días.

Conclusiones

La NAC es una infec­ción pul­monar grave que puede lle­var a com­pli­ca­ciones impor­tantes, inclu­i­da la muerte. El diag­nós­ti­co pre­ciso y el tratamien­to empíri­co basa­do en la gravedad de la enfer­medad son cru­ciales para mejo­rar los resul­ta­dos en los pacientes. Las ter­apias empíri­c­as que cubren los patógenos bac­te­ri­anos más prob­a­bles son fun­da­men­tales, espe­cial­mente en pacientes sin fac­tores de ries­go para infec­ciones resistentes.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *